Thursday, October 20, 2011

Crear valor compartido y medirlo con un solo indicador


One Ring to rule them all,
One Ring to find them,
One Ring to bring them all and in the darkness bind them 

J. R. R. Tolkien

Una nota publicada en la revista Compromiso Empresarial de la Fundación Compromiso Empresarial, señala como dos de los artículos más importantes del año en materia de Responsabilidad Social Empresarial al artículo publicado por Michael Porter y Mark Kramer a comienzos de año en Harvard Business Review bajo el título “Creating Shared Value”, y un segundo artículo, más reciente, titulado “The single bottom line”de Daniel Altman y Jonathan Berman, quienes a nivel académico, se encuentran vinculados con la Stern School of Business de la New York University.

El primer artículo propone una filosofía de negocios que busca combinar el objetivo de crear valor para los accionistas con el propósito de crear valor para la sociedad; es decir; aunar los objetivos (principalmente) económicos de la empresa con otros generalmente denominados ASG (ambientales; sociales y de gobierno corporativo) como parte de la estrategia empresarial.

El segundo artículo - al igual que este otro – refuerza el enfoque de valor compartido a través de un enfoque en la medición común: si hay un solo objetivo entonces, con mayor razón, deberíamos unificar la metodología para la medición de resultados y control de gestión; la idea es que exista un solo indicador (o mejor dicho conjunto de indicadores de gestión y resultados) que refleje tanto los objetivos económicos como los ASG. El desafío; mencionado anteriormente en este blog; radica en que generalmente se argumenta que en general la medición de los resultados con relación a los objetivos ASG no puede ser capturada a través de los indicadores financieros tradicionales: llámense ROI; ROA; ROE o similares. Sin embargo; la práctica indica que si realmente hay un objetivo común; léase “crear valor compartido” se podrían utilizar los indicadores financieros siempre y cuando reflejen el progreso con relación a los aspectos ASG; un ejemplo de cómo se puede superar este problema es el balance de Puma; que incorpora a los efectos de la medición económica los resultados de las externalidades positivas y negativas producto de su cadena de valor.

A nivel sociedad; no deberíamos cerrar los ojos y cargar toda la responsabilidad con relación a los aspectos ASG en los hombros de las empresas; quien si bien son actores principales de esta problemática no son los únicos responsables; el “sistema contable mundial” normalmente cegadamente enfocado en la medición de PBI per cápita debe aunarse con otros indicadores de bienestar o de felicidad.

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