El Departamento Legal y la RSE

El departamento legal de toda empresa esta llamado a desempeñar un rol trascendental en la promoción de la RSE: debiera ser un pilar de la ética y de los valores de la empresa y también, uno de los primordiales promotores de mejoras en las relaciones de la empresa con sus stakeholders. 

Quien piense que el rol del departamento legal no tiene ninguna relación con la RSE  ó quién - enfocándose en las competencias tradicionalmente asignadas al departamento legal y a los abogados, dentro del esquema funcional de la empresa - crea que el departamento legal no puede más que limitarse a desempeñar un rol pasivo con relación a la RSE, se equivoca.

Quienes preconizan que el departamento legal debiera limitarse a asegurar el cumplimiento del marco normativo y a velar por la protección de los derechos de la empresa, dejando a otras áreas de la empresa tales como las comunicaciones externas, recursos humanos o al departamento de sustentabilidad (aunque a decir verdad aún no he conocido ninguna empresa adonde exista este depto), la absoluta responsabilidad por la gestión y ejecución de la estrategia de RSE de la empresa, desaprovechan una valiosa oportunidad para involucrar al equipo legal en actividades que aportan valor al negocio de la empresa y a la sociedad. 

Creo - por los motivos que explicaré más adelante - que los abogados y el departamento legal como conjunto que los agrupa e integra, son y debieran ser uno de los elementos clave para la creación de valor compartido.

¿Qué puede aportar el departamento legal en materia de RSE?

A partir de mi experiencia como gerente de un departamento legal de una empresa - la cual debía validar su "licencia social para operar" a diario - puedo testimoniar que el área legal de la empresa es capaz de desempeñar un rol clave a la hora de ayudar a fomentar la RSE entre sus sub-contratistas, empleados y las comunidades en las que actúa la empresa. 

Es una práctica habitual de toda empresa - sobre todo las que cuentan con certificaciones tales  como la ISO 9001, 14001 y la OSHAS 18001 - incluir como parte integral de sus contratos los códigos de conducta, reglas en materia de sistemas de calidad y reglas en materia de Seguridad, Salud y Ambiente de la empresa contratante. He podido constatar que requiere escaso trabajo adicional (sobre todo si los llamados a la presentación de ofertas se hacen a través de medios electrónicos) y resulta frecuentemente valioso, el adjuntar a dichos contratos un cuestionario sobre prácticas en materia de RSE de las empresas oferentes y - en tal calidad, potenciales sub-contratistas - en que se las invite a comunicar a la empresa contratante cuál es su estrategia en materia de RSE y en el que - en forma voluntaria claro está – se invite a las potenciales contratistas a explorar posibilidades de sinergías entre sus iniciativas en materia de RSE y las de la empresa promotora, ó se las invite a considerar la posibilidad de entablar programas comunes en materia de RSE.

La RSE, el Departamento Legal y los Proveedores / Contratistas

Perla Puterman en el Blog Responsable, nos recuerda que el tema de la relación de la empresa con sus proveedores y contratistas es uno de los factores clave del éxito empresarial y un elemento de control constante en todo sistema de gestión empresarial. 

Si bien puede pensarse que los departamentos de compra o de contrataciones son quienes naturalmente deben gestionar las relaciones con los proveedores y asegurar el cumplimiento por parte de estos de la normativa legal y de las políticas y estándares de la empresa contratante;  mi experiencia es que frecuentemente es el departamento legal - a través del soporte en la redacción de los llamados a la presentación de ofertas o mediante la redacción y negociación de los contratos pertinentes - quien puede actuar no sólo como "garante" (controlar que estos aspectos sean considerados en los documentos pertinentes y dar seguimiento a posteriori) en materia de RSE, sino también - por estar situado en forma directa frente al proveedor / contratatista, quien puede colaborar en la comunicación de los valores de la empresa contratante, transmitir a los proveedores las expectativas de la contratante en materia de desarrollo de “buenas prácticas, medidas de apoyo y mejora” en los aspectos éticos, laborales, sociales y ambientales.