A continuación comparto algunas de sus recomendaciones y conclusiones que -
a mi criterio – son aplicables a cualquier empresa: pueden ser consideradas
como “lecciones a aprender” por parte de las empresas que no son habitualmente seguidas
de cerca por analistas de mercado, autoridades, etc.:
- Anticípese a la crisis: no espere a que la crisis llegue a su puerta para comenzar a planificar la gestión de crisis.
- Las primeras horas son críticas: aun cuando cuente con un plan de manejo de emergencias, expertos, etc. Siempre son estas primeras horas las que el público recuerda y las que generalmente marcan y condicionan el resto de la estrategia de comunicación. La gente tiende a ser reactiva ante los eventos. Lo que ya se dijo luego no puede borrarse.
- Busque ayuda: existen expertos de todo tipo. Involúcrelos sobre todo durante las primeras 24 hs posteriores al incidente de origen de la crisis.
- Comunique en forma frecuente
- Use todos los canales: pero prefiera los medios de comunicación directa.
- Prepárese para lo peor: no minimice la crisis cuando prepare su plan de contingencia: incluya dentro de su plan “B” los peores escenarios posibles (en materia de impacto negativo) aunque sean poco probables.
- Sea consistente y confiable: es parte del concepto de transparencia. No hay nada más fácil para destruir la reputación que la revisión continua de sus proyecciones / escenarios.
- ¿Para qué sirvió toda la inversión social previa?: en general se hizo porque es parte del ADN de la empresa y no para generar imagen ni reputación.
Para los analistas financieros / accionistas los resultados económicos son
los que principalmente cuentan. El
relacionamiento comunitario bien gestionado y las actividades de RSE de tipo
filantrópico tienen poco impacto en los resultados económicos de corto plazo.
Lo que cuenta para los mercados es “¿qué
negocio ha aportado la RSE?” … normalmente no contribuye significativamente
a las ganancias y solo cuenta en los resultados a largo plazo.
No comments:
Post a Comment