A todos los interesados en la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), no puedo dejar de recomendarles la lectura (en español, catalán o inglés) del plan de Responsabilidad Social de la Generalitat de Catalunya, RSGencat, de cuya existencia me enteré merced al interesante artículo que Josep Lozano ha publicado en su blog en el cual debate la necesidad de establecer políticas públicas de RSE , pensamiento con el cual concuerdo plenamente y que por mi parte anhelo ver reflejado en el actuar de nuestra sociedad civil y gobernantes en A. Latina.
Tal como evidencia este blog, recientemente me he dedicado a recopilar ejemplos de América Latina sobre cómo se enfocan los distintos países y gobiernos provinciales, municipales, etc. en rol del Estado en materia de fomento de la RSE, sin haber podido encontrar ni ubicar a la fecha ningún plan integral, sino tan solo iniciativas aisladas (y por supuesto nunca coordinadas) sobre la responsabilidad del Estado con relación a la promoción de políticas de sustentabilidad, y muy pocos ejemplos de fomento de la RSE por parte de los distintos órganos gubernamentales.
Sin adentrarnos en el análisis de la relevancia - que se me presenta como evidente dado su impacto económico y social - del actuar socialmente responsable del Estado, me detengo a reflexionar solamente acerca del importante rol que cabe al Estado en materia de fomento de la RSE para destacar su rol natural como catalizador tanto de externalidades positivas como negativas con relación al actuar de las empresas, su "deber" moral de actuar como modelo social y finalmente su importante papel como promotor y facilitador de las iniciativas empresariales con el objeto de fomentar y alcanzar eficiencias de escala.
Subyacente al actuar del Estado, al igual que sucede con las empresas que deben tener credibilidad, se espera una conducta por parte del Estado que refleje su predica ("walk the talk"), so riesgo de ver reflejado en su actuar el refrán "en casa de herrero cuchillo de palo". No hay sociedad responsable sin empresas responsables, pero solamente nos sirve de consuelo que existan empresas responsables en un país bajo la influencia de un Estado irresponsable...
Del artículo de Josep Lozano destaco y comparto sus apreciaciones acerca de la necesidad de discutir las políticas públicas de RSE teniendo en cuenta el modelo de competitividad económica que guía el actuar de las políticas estatales. Este debate puede resultar en que algunos temas dentro de la orbita de la RSE sean objeto de regulación, es decir, se les apliquen normas jurídicas (en el sentido kelseniano: conducta + sanciones).
Tengo una visión (tal vez utópica) de que algún país de A. Latina pronto se destaque y sea reconocido mundialmente como "País Responsable". Que esto suceda no puede depender de la casualidad, ni de la providencia divina, sino que requiere un profundo debate y establecer (y luego ejecutar) una estrategia de responsabilidad social del Estado y de las empresas que permita que estas últimas operen en forma competitiva, pero que a la vez puedan capitalizar los beneficios de operar desde un "País Responsable" , es decir en un país que no solo propugna la RSE sino que también actúa en forma responsable.
Por otra parte, (será tal vez porque en mi biblioteca siempre estuvieron muy a la mano los libros de Milton Friedman?) creo que el debate sobre el modelo de responsabilidad del Estado debiera tener como meta alcanzar un equilibrio entre el bien social, el bien individual y la necesidad de regular la actuación de las empresas. Particularmente propongo que en caso de duda sobre la necesidad de regular o privilegiar el actuar estatal, rija el principio "in dubio pro mercado".
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